Asturias

Sotres. Jitu L'Escarandi

Altimetría Jitu LEscarandiLongitud: 14,6 Kms
Altitud: 1.305 m
Desnivel: 1082 m
Porcentaje: 7,41 %
Coeficiente: 273

Localización: En Cabrales, en el oriente asturiano. La subida a Sotres, y después a La Caballar parte de Puente Poncebos, justo sobre el río Cares, al lado del acceso al tren cremallera que lleva hasta Bulmes, y que se convierte en la única comunicación durante gran parte del año para llegar a esta famosa localidad, y que sirve también para que muchos montañeros accedan hasta la base del famoso Naranjo de Bulmes para escalar la impresionante mole rocosa.

Especificaciones: Buena carretera, con un firme perfecto. Se ha arreglado la última parte con motivo del final de etapa de la Vuelta aquí en 2015.

Fuentes: Hay fuentes en el mismo inicio de la subida, y si vamos sin agua, las cristalinas del Cares nos servirán para iniciar la subida. En Tielve, a mitad de recorrido también tendremos la posibilidad de llenar los bidones, y también en Sotres para afrontar la última parte de la subida.

 

Descripción: Estamos en plenos Picos de Europa, ya de por sí sinónimo de auténtica belleza en los paisajes que nos vamos a encontrar. Hemos llegado hasta aquí, si tomamos como referencia la conocidísima localidad de Cangas de Onís, por la carretera AS-114, que nos lleva hasta Las Arenas, nucleo principal del concejo, no menos conocido de Cabrales, famosísimo por sus espactaculares quesos. Desde aquí, tomamos la AS-264, a través del espectacular desfiladero de las gargantas del Cares para llegar a Poncebos, auténtica puerta de los Picos de Europa y acceso, desde este lado a la ruta del desfiladero del Cares.

 

La ascensión, primero hasta Sotres, y hasta La Caballar posteriormente, pasa por ser una de las mas bonitas y espectáculares que hay en España, y eso, es mucho decir, pero, desde el primer metro de ascensión, ya viendo el Cares con la fuerza que baja, hasta los pastos altos ya camino de Tresviso, no vamos a pasar ni un solo metro de admirar auténtica belleza paisajística. La subida tiene una característica muy peculiar, y es que desde el primer kilómetro, hasta que lleguemos a la localidad de Sotres, el río Duje va a ser nuestro mas fiel acompañante, ya que su bajar serpenteante en pos de alcanzar el Cares, es paralelo a la carretera, a uno u otro lado, hasta, como ya digo, la localidad de Sotres.

La subida tiene el mayor coeficiente de dificultad en los primeros kilómetros y en los últimos. El inicio, tras cruzar el puente, ya nos muestra lo que nos vamos a encontrar. Empezamos por una herradura a izquierdas y ahí ya tendremos que afrontar rampas superiores al 11 por ciento. Esto va a ser una constante en los primeros cuatro kilómetros, donde llegaremos a ver hasta un 17 por ciento justo después de atravesar los tres túneles seguidos que van salvando las gigantescas moles rocosas que nos acompañan en toda la subida. Tras una doble herradura con altos porcentajes, y tras algún que otro esfuerzo casi extremo, llegamos al tramo suave de la subida, que coincide practicamente cuando llegamos a la localidad de Tielve. Son estos unos kilómetros propicios para disfrutar de la zona en la que nos encontramos. La pendiente media baja, y se puede afrontar con tranquilidad para disfrutar de las impresionantes moles rocosas que hay en esta parte de los Picos de Europa, hasta el Picu Urriellu, el Naranjo de Bulmes, en algún momento se asoma entre los jirones de niebla casi perpetua en cualquier época del año.

Pasado Tielve, la carretera se cuelga de la montaña, y en este tramo el río Duje siempre va a caminar a nuestra derecha en su descenso hasta el Cares. Merece la pena tomar con calma este tramo y contemplar las rocas, parar, incluso y apreciar todo lo que llevamos ascendido. Un placer para los sentidos.

Disfrutemos todo lo que podamos, ya que, un kilómetro antes de llegar a Sotres, la carretera va a absorver toda nuestra atención. Vuelven las rampas de dobles dígitos, y vamos a tener que afrontar bastantes tramos al 15 por ciento. Necesitamos concentrarnos en la subida. Las rampas se suceden una tras otra hasta llegar al mismísimo corazón de Sotres. Allí, un pequeño respiro si decidimos afrontar lo que nos queda hasta la braña de La Caballar, hay quien decide quedarse tomando un refrigerio en el pueblo disfrutando de la maravilla del paisaje. Pequeño, ya que enseguida seguiremos recto en nuestro camino, en el cruce que hay al final del pueblo, para afrontar un tramo brutal en algunas zonas. Nos quedan apenas kilómetro y medio para llegar hasta La Caballar, pero, ojo con lo que nos queda. Aquí poco descanso vamos a encontrar, sí, descanso vamos a considerar tramos que rondan el 10%..., es un tramo duro, al fondo vemos las casas de La Caballar y la antena de telecomunicaciones que se ensalza sobre ellas, pero nunca llegamos. La dureza de las rampas se suceden, llegamos a ver en el Garmin hasta un 20%..., no sé, los GPS a veces se vuelven locos, pero si no había ese porcentaje desde luego muy cerca de ello estábamos. Si coronamos, y ya que estamos aquí, hay que completar el tramo de subida que nos queda para completar la ascensión al Jitu. Es una sucesión de rampas, mas o menos llevaderas combinadas con falsos llanos rodeados de vacas que pastan a sus anchas a uno y otro lado de la carretera, o en medio, como nos pasó. Llegamos al final de la ascensión con una última rampa que se agarra de verdad. Desde aquí descenso hasta Tresviso, ya en Cantabria. A doscientos metros de la ascensión al Jitu hay un aparcamiento habilitado para los amantes del senderismo. Si no se viene con la bici, una buena alternativa para disfrutar de este maravilloso rincón de los Picos de Europa.

 

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