Salamanca

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Vilvestre por La Barca. Río Duero

Altimetría Vilvestre

Longitud: 4,8 km
Altitud: 590 m
Desnivel: 418 m
Porcentaje: 8,7 %
Coeficiente: 124

Localización: En el oeste de la provincia de Salamanca. Debemos acercarnos a la localidad de Vilvestre, en la comarca de Las Arribes, y para poder ascender este puerto, tendremos primero que bajarlo, algo bastante habitual en las subidas de la zona, que parten todas desde la misma orilla del río Duero.

Especificaciones: Carretera en bastante buen estado, teniendo en cuenta que es una carretera local. Bacheada en algunas zonas pero en perfecto estado para el tránsito de la bicicleta.

Fuentes: Abajo, en el embarcadero podemos llenar nuestros bidones, algo que ya no podremos hacer casi hasta la llegada al pueblo. En el último kilómetro previo a Vilvestre encontraremos dos fuentes, una a mano derecha de la calzada, y la última, ya en el pueblo, a la izquierda.

 

Descripción: Vamos a comenzar con esta ascensión a descubrir las maravillas cicloturistas que esconden Las Arribes del Duero. Auténticas paredes,en muy pocos kilómetros, que unen el desnivel generado por el río Duero, auténticos cañones en algunos casos, con los pueblos que se asientan cercanos al río. Hoy, y para empezar a descubrir la zona, ascendemos a Vilvestre, desde La Barca, el embarcadero existente en esta localidad, en el reculaje del embalse de Saucelle.

Vilvestre es un magnífico mirador natural hacia el Duero. Asentado ya en el Neolítico, periodo del que quedan vestigios, en la zona del pueblo conocida como "el Castillo", antes se pensaba que era un taller neolítico, pero estudios posteriores, sostienen que se trata de un santuario prehistórico.

Vilvestre sigue viviendo mirando al Duero. En las laderas existentes entre el pueblo y el río gira la forma de vida de sus habitantes, en torno a la agricultura, y al turismo. La agricultura pasa por el magnífico clima que disfrutan casi todo el año sus habitantes, microclima que hace que en esta zona se cultiven, entre otras naranjos y limones. Los cítricos, los olivos, las vides y los almendros son los productos mas típicos en esta agricultura, dificil de cultivar por lo escarpado del terreno, que los agricultores han solventado en forma de terrazas y bancales. En nuestra bajada hasta el embarcadero para ascender posteriormente hasta el pueblo, podemos disfrutar de varias zonas agrícolas.

En lo referente a la subida en si, como hemos destacado, debemos descender hasta el mismo Duero. Allí abajo, en el remanso que produce el reculaje del embalse de Saucelle, y que se aprovecha para realizar paseos en barco, en el paraje conocido como "La Barca", comenzaremos nuestra ascensión. Y qué manera de comenzar. De salida, y tras cruzar un paso canadiense, nos encontramos con una primera rampa superior al diez por ciento, que nos hará coger calorcillo para el resto de la subida. Este primer kilómetro ya se las trae, con una media que se aproxima mucho al diez por ciento, pero que tras superarlo, nos va a dar el puerto un margen de tregua en su descenso hasta el Molino de Abajo, donde merece la pena pararse un rato a contemplar el puente viejo y el propio molino. A partir del Molino de Abajo, la carretera vuelve a empinarse, y de que manera. En una zona un tanto inhóspita, alejada un tanto de las preciosas zonas de cultivo y donde abundan como casi única vegatación las chumberas, vamos a afrontar dos kilómetros completos con medias por encima del diez por ciento, y con dos rampas iniciales al catorce y al doce por ciento. Destaca, por su dureza, en este tramo una gran rampa prolongada por encima del doce que parece no va a terminar nunca...

Ya en el último kilómetro, tras alguna tregua, afrontaremos una última rampa al quince por ciento, que nos embocará hasta las primeras casas del pueblo, y sus calles empedradas. Allí, en el Rollo de granito que luce en la plaza del pueblo, damos por terminada nuestra ascensión, pero guardando en la retina "el Castillo" que corona el pueblo, y que, viendo como se empinan las calles de Vilvestre para llegar hasta allí, no podremos dejar pasar la ocasión de acercarnos y sacar mas jugo aun a esta dura ascensión.

Pero eso será otro día.

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