Localización: En la ZA-104, la carretera que une El Puente con el lago de Sanabria, poco antes de llegar al lago, tomamos el desvío a mano derecha hacia Vigo de Sanabria y San Martín de Castañeda. La carretera que cogemos es la ZA-122.

Especificaciones: Buena carretera hasta San Martín de Castañeda, a partir de allí está un poco mas descarnada.

Fuentes: En San Martín. Si necesitamos mucho el líquido elemento podemos desviarnos hacia Vigo o el camping del Folgoso para poder llenar nuestros bidones.

Descripción: La ascensión a la Laguna de los Peces es una tranquila y suave subida desde la que disfrutaremos de unas magníficas vistas del Lago de Sanabria.

No nos hallamos ante un super puerto, aunque sus más de dieciséis kilómetros de longitud van a hacer que tengamos que esforzarnos para alcanzar la Laguna.

Iniciamos la subida hasta la Laguna de los Peces justo después del desvío que hay hacia la localidad de Vigo desde la carretera que une El Puente con el Lago de Sanabria. A la altura del puente sobre el río Tera es donde comenzamos nuestra ascensión, en medio de un espeso robledal, que nos va a acompañar prácticamente hasta San Martín de Castañeda. Este primer tramo de la subida no nos va a deparar ninguna sorpresa en cuanto a duras rampas, ya que siempre vamos a mantener una dureza media en torno al cinco por ciento, superándolo en contadas ocasiones.

En San Martín de Castañeda tenemos parada, o mejor dicho, paradas obligatorias. La primera para contemplar el fascinante Monasterio Cisterciense de San Martín. Templo románico de origen mozárabe levantado sobre un anterior monasterio visigodo. Se tienen datos de la construcción sobre el anterior templo del monasterio de San Martín, a mediados del siglo X, cuando un grupo de monjes mozárabes venidos del templo vallisoletano de San Cebrián de Mazote, huyendo de la sequia y de la peste se instalaron en este templo.
El segundo lugar de obligada parada en San Martín de Castañeda es el mirador de Neveira, desde donde contemplaremos la totalidad del Lago de Sanabria y los parajes cercanos.

Una vez dejado atrás San Martín el bosque prácticamente desaparece. Aun encontraremos alguna zona de castaños en las cercanías del pueblo para pasar luego al bosque bajo con total ausencia de arbolado hasta la cima. Esto puede propiciar que el viento nos juegue alguna mala pasada, ya que las continuas herraduras harán que cambiemos varias veces el sentido de la marcha, y lo que no hará la carretera en cuanto a rampas de dureza, lo puede hacer el viento a la salida de esta o aquella curva.

Poco antes de llegar a la cima habrá un kilómetro completo al seis por ciento. Un poco más duro que el resto del puerto, que nos hará esforzarnos un poquito mas antes de llegar a la cima y contemplar tranquilamente la laguna.