Carretera

Los CIMAs de la Sierra de Francia

Longitud: 103 km

Dificultad: alta.

Localizacion: En Salamanca, al sur de la provincia, en la Sierra de Francia. Será la de hoy una ruta circular, partiremos y terminaremos la jornada en El Cabaco, en las faldas de la Peña de Francia.

Especificaciones: Buena carretera en toda la ruta, ancha y bien asfaltada en la mayor parte de la misma. Encontraremos carretera algo descarnada en la bajada hacia Las Casas del Conde, y sobre todo en los cuatro últimos kilómetros de ascensión a la Peña de Francia.

Descripción: En esta ruta nos vamos a acercar a cononer los puertos CIMA de la Sierra de Francia, en la provincia de Salamanca.

Iniciaremos nuestra ruta en El Cabaco, en la misma falda de la Peña de Francia, a la que luego subiremos. Para llegar a El Cabaco, desde Salamanca, hay que tomar la carretera C-512, hasta Vecinos. Una vez pasado Vecinos, tomamos la SA-210, hasta Tamames, y tomar después la SA-201, hasta El Cabaco.

Los CIMAs de la Sierra de Francia

Una vez preparados nuestros "bartulos" nos disponemos a disfrutar de una gran jornada de cicloturismo, rodando por unos parajes espectaculares, los del Parque Natural Batuecas-Sierra de Francia.
En El Cabaco, en la misma rotonda que hay en la población, vamos a coger la dirección a Béjar, por la carretera SA-220. Vamos a tener unos kilómetros suaves antes del primer puerto, pero siempre picando hacia arriba. A eso de los diez kilómetros, pasado San Miguel de Robledo, nos vamos a desviar a la derecha en dirección a San Martín del Castañar, y vamos a abandonar la excelente carretera por la que rodamos, para entrar en la DSA-262 primero, y en seguida tras el cruce a la izquierda en la DSA-263, con un suelo bastante peor, sobre todo muy botoso. Tenemos que tener cuidado en este tramo, de descenso, pronunciado en algunos tramos, por los botes que pega la bici debido al estado de la carretera, el descenso no es peligroso, ni técnico, pero si debemos prestar atención a lo botoso del firme.

Seguimos en descenso hasta el río Francia, y allí, en un extraordinario paraje, con piscinas naturales en el río y en una carretera rodeada de un frondoso bosque de robles y castaños comenzaremos nuestro primer puerto de la jornada: el alto de Mogarraz, el CIMA SA09.

El alto de Mogarraz no es un puerto excesivamente duro (hay que partir de la base de que todo puerto tiene su dificultad, y que, por supuesto, todo puerto cuesta subirlo...), apenas vamos a encontrarnos un par de rampas duras, en torno al diez por ciento. Es un puerto bastante tendido, con una media algo por debajo del cinco por ciento para un total en kilómetros de ascensión de nueve y medio. Tenemos la suerte, en este puerto, de abandonar la carretera malilla en la que estamos, para tomar la DSA-260 que nos conduce hasta La Alberca, con un firme ya en perfecto estado.

A la mitad de subida encontramos el pueblo de Mogarraz. Preciosa localidad serrana en la que se mantiene en las nuevas construcciones la arquitectura tradicional, lo que le da, junto con las preciosas vistas que tiene, un encanto especial al pueblo. Desde la misma carretera podemos ver, fijándonos bien, una peculiaridad en el campanario de la iglesia. Está separado del resto del templo!

Cinco kilómetros mas arriba de Mogarraz termina el alto que lleva su nombre. Lo hará justo en el cruce de carreteras que nos llevaría, por un lado siguiendo recto, a La Alberca, y por otro, girando a la izquierda, a Sotoserrano. Es esta última carretera la que debemos coger, la DSA-270, que nos llevará, siempre en bajada, y con muy buen asfalto, hasta Sotoserrano, y que cambiaremos allí por la SA-225 que nos conducirá, siempre en descenso favorable, con el río Alagón como acompañante, hasta la provincia de Cáceres.
Entramos en Cáceres, en la EX-204 a través de Riomalo de Abajo, dejando atrás el río Alagón, pero anotando en nuestra agenda volver a esta localidad para acercarnos, bien a pie, bien en bicicleta de montaña, a contemplar las preciosas vistas que nos ofrece el río Alagón con sus meandros.
Tras unos kilómetros en tierras extremeñas, giramos a la derecha, buscando volver a la provincia de Salamanca. Pero aun quedan unos seis kilómetros para hacerlo. Hemos tomado la carretera EX-367 que nos conducirá a Las Mestas, y dos kilómetros mas allá, de nuevo a Salamanca. Estamos en el valle de Batuecas.

Vamos a afrontar el segundo puerto de la jornada. El mas duro seguramente. Se trata de el Portillo de Las Batuecas, el CIMA SA07.
Antes de iniciar la subida, disfrutemos del valle. En seguida podremos divisar alguna cabra montés en los riscos, o algún buitre al acecho. La fauna y la flora de este valle es digna de admirar, junto con el micro clima que posee hace que en el florezcan las mas diversas especies.

Al cruzar el río Batuecas comenzamos el puerto, suave, hasta llegar al monasterio carmelita de San José de Batuecas. A partir de aquí la dificultad aumenta rondando siempre el siete por ciento. Es un puerto que siempre suele costar superar, pero que con las numerosas curvas de herradura que encontraremos, hará que disfrutemos de la subida, a la vez que de las preciosas vistas hacia el valle.
Una vez superado el Portillo de las Batuecas, descenso corto y rápido hasta La Alberca, una de las joyas de la Sierra de Francia. Patrimonio de la Humanidad desde 1940, La Alberca fue el primer pueblo en España en recibir tal galardón. Si no tenemos prisa en nuestra ruta, es conveniente hacer un parada en La Alberca y disfrutar del pueblo paseando por sus calles. O disfrutar de sus tradiciones, algunas tan peculiares, como la Moza de ánimas, o tan llamativas como el Auto Sacramental de La Loa.

Dejando atrás La Alberca por la carretera SA-201 y volviendo a cruzar el río Francia entre castaños, centenarios algunos, llegamos a El Casarito, para desviarnos a la izquierda al final de esta pedanía, y encarar, casi en seguida, el ascenso al último puerto de nuestra ruta de hoy, La Peña de Francia, el CIMA SA06.
Desde este punto que tomamos el puerto, en el cruce de carreteras junto a la caseta, ya derruida hoy, donde hace medio siglo se pesaba y pagaba el mineral de wolframio sacado, sobre todo, por los habitantes de El Cabaco para enriquecer el acero para la industria armamentística, básicamente alemana, al lado, decía, de esta caseta, comenzamos la subida a La Peña de Francia.
Con la mole granítica, allá arriba, casi siempre a la vista en nuestra ascensión, iniciaremos los once kilómetros, a un seis por ciento de media, que nos restan como última dificultad en la ruta. La carretera está bien asfaltada, y durante seis casi seis kilómetros la rodea el bosque de pinos, robles y bosque bajo, con helechos, dependiendo la época del año, de hasta un metro de altura. Es una ascensión muy bonita. Pasada la Fuente Simón Vela, y una vez que el monte empieza a despejar, dejando paso a la piedra, las vistas van haciéndose mas extensas. En la recta que precede al Paso los Lobos, coincidiendo con la parte mas dura de la subida, podemos disfrutar, a nuestra izquierda, de todo el valle de Lera, de las vistas hacia La Alberca, y de numerosos caminos forestales, propicios para rutas de montaña, que otra día os acercaré.
Pasado el Paso los Lobos, unos quinientos metros mas arriba, y a mano derecha, tenemos parada obligatoria, para rendir pleitesía al burucartel de la Peña de Francia. Una vez que hemos admirado una de las magníficas obras del Artista, nos disponemos a afrontar los últimos cuatro kilómetros de ascensión, lamentablemente, por una carretera horrible. Este último tramo sigue sin ser arreglado, y es un auténtico martirio para las ruedas.
A pesar del asfalto, la carretera en su ascenso hasta la cumbre, nos brinda unas panorámicas increíbles, ya que, cual sacacorchos, va dibujándose sobre si misma y rodeando la montaña, lo que nos permite asomarnos a los cuatro puntos cardinales desde ella, con vistas a Extremadura, Portugal, la Sierra de Béjar, y si tenemos el día claro, veremos toda la planicie del Campo Charro, incluso la capital del Tormes.
Y cuando ya estamos arriba, junto a la Virgen morena, tal y como reza el rótulo que hay en el reloj de arena, "al final del camino, la paz". Una paz que hemos conseguido tras una larga excursión de casi cien kilómetros, y que, sobre la cumbre de la Peña de Francia disfrutaremos en estos momento de relax.

Para terminar la ruta solo nos queda desandar lo andado de La Peña de Francia, afrontando el descenso de nuevo hacia El Cabaco. Allí, una vez recogida la bici, a disfrutar en cualquiera de sus restaurantes, o en los de los pueblos vecinos, de los manjares de la gastronomía serrana.