Localización: Para llegar al inicio del puerto hay que bajar desde Aldeadávila de la Ribera hasta el poblado que Iberduero, en su momento, construyó para los trabajadores de la central. Desde allí nos acercaremos hasta la mismísima presa, que no divisaremos al encontrarnos un recodo del río, y desde el mismo río Duero iniciamos la subida que nos llevará al Edificio de Control de la central y a un espectacular mirador sobre la presa y el salto.

Especificaciones: Un reciente asfaltado permite deleitarnos, ya no solo con el paisaje y el entorno, tambien con la trazada de nuestra bici en la subida, y, por supuesto, en la bajada.

Fuentes: No las hay.

Descripción: La subida al Edifico de Control y a los miradores hacia la presa de Aldeadávila, nos va a deparar, en primer lugar, un buen esfuerzo hasta alcanzar la cumbre, ya que aunque solo van a ser tres kilómetros setecientos metros de ascensión, la pendiente media de la misma va a superar el ocho por ciento, encontrándonos varios tramos con porcentajes superiores al diez por ciento.

La subida la vamos a iniciar en el mismo río Duero. Habremos descendido previamente desde Aldeadávila de la Ribera, dejando atrás el poblado de la central, y dejando también atrás el túnel que une con la misma presa, al otro lado de la mole rocosa que nos separa de ella. Habremos llegado, como decía, al mismísimo río Duero. Esa misma mole rocosa que atraviesa el túnel nos impedirá ver la presa, pero en época otoñal o primaveral, que por regla general, suele coincidir con el "desagüe" de la presa, el sonido y el vapor de agua nos hará sentir casi debajo del embalse. Un espectáculo digno de ver.

Aunque para espectáculos el que observaremos una vez hallamos superado esta pared de casi cuatro kilómetros hasta llegar a los miradores. Tendremos un inicio suave, pero una vez pasado el túnel la cosa ya empieza a ponerse seria. Otro "descansillo" al dejar atrás el cruce que lleva al poblado de la central, y a partir de ahí van a ser tres kilómetros duros, que las constantes herraduras y las vistas hacia el Duero, allá, abajo, y el poblado harán que sean un poco mas llevadero.

Poco a poco nos iremos acercando al enjambre de cables de alta tensión que hay casi arriba del todo. No ( o sí, si estoy bien protegido) me gustaría estar por aquí en una noche de tormenta... Tras una ultima herradura, llegaremos al edificio de control de la central. Desde allí visita inexcusable a los miradores hacia la presa. Eso si, recomiendo quitarse las zapatillas de ciclismo y bajar descalzo, ya que los escalones y el vértigo que producen los miradores no son muy aconsejables con los tacos de las zapatillas. Las imágenes que los miradores nos ofrecen bien merecen el esfuerzo de haber subido hasta aquí.